Mantén las luces y parabrisas en buen estado
La visibilidad es clave al conducir de noche. Antes de salir, asegúrate de que los faros de tu auto estén limpios y funcionando correctamente. Además, el parabrisas debe estar libre de manchas o suciedad que pueda dificultar la visión. Si alquilas un auto, verifica estos aspectos antes de partir para garantizar un viaje seguro.
Evita conducir en áreas mal iluminadas
Santiago cuenta con buenas carreteras y avenidas iluminadas, pero algunas áreas pueden ser más oscuras, especialmente en las afueras de la ciudad. Evita estas zonas siempre que sea posible, ya que la baja iluminación puede aumentar el riesgo de accidentes. Opta por rutas bien iluminadas y más transitadas, incluso si son un poco más largas.
Conduce a una velocidad moderada
Conducir de noche requiere más precaución, ya que la visibilidad es limitada. Mantén una velocidad moderada que te permita reaccionar ante cualquier imprevisto en el camino. Si te encuentras en áreas urbanas o zonas con poca iluminación, reduce aún más la velocidad para mantener el control total del vehículo.
Descansa si te sientes cansado
El cansancio es una de las principales causas de accidentes al conducir de noche. Si sientes sueño o fatiga, lo mejor es detenerte y descansar antes de continuar tu viaje. Incluso una breve parada para tomar un café o estirar las piernas puede ayudarte a mantenerte alerta. No arriesgues tu seguridad por intentar llegar más rápido a tu destino.
Mantén la distancia con otros vehículos
Es importante mantener una mayor distancia entre tu auto y el vehículo que tienes delante cuando conduces de noche. Esto te dará más tiempo para reaccionar en caso de que el auto frene de repente o surja algún obstáculo en la carretera. Además, evitarás el deslumbramiento causado por las luces traseras del otro auto.